Tech Corner

Sobre Google y sus famosas cookies. ¿Y ahora qué?

El reciente anuncio de Google sobre su nueva dirección para el Privacy Sandbox ha generado un torbellino de reacciones

By

Smoot

16/08/2024

El reciente anuncio de Google sobre su nueva dirección para el Privacy Sandbox ha generado un torbellino de reacciones en la industria publicitaria digital. Y no es para menos. Después de años de adaptación continua, de la búsqueda de alternativas responsables para el usuario y de poner el foco la privacidad, para lo que se preveía que iba a ser la inminente desaparición de las cookies de terceros, la noticia nos pilla desprevenidos. Y ahora, ¿qué hacemos?

Desde sus inicios, el Privacy Sandbox se presentó como una solución innovadora para mejorar la privacidad de los usuarios mientras se mantenía un ecosistema digital saludable. Google se comprometió a eliminar las third-party cookies, una tecnología ampliamente criticada por permitir un rastreo intrusivo y masivo de la actividad en línea. Sin embargo, en un giro inesperado, Google ha decidido no seguir adelante con la eliminación de estas cookies, y, en su lugar, introducir un nuevo sistema en Chrome que permitirá a los usuarios decidir si desean ser rastreados o no.

¿Será suficiente esta medida para abordar los problemas fundamentales asociados con las third-party cookies?, ¿se puede resolver el problema de la privacidad simplemente ofreciendo una opción de consentimiento?

La postura del World Wide Web Consortium (W3C) y otras organizaciones sostiene que las third-party cookies deben ser eliminadas. La utilización de estas cookies para la publicidad dirigida y el micro-targeting ha generado un debate sobre cómo equilibrar la personalización con la protección de la privacidad.

Si bien, la transición hacia un ecosistema sin cookies presenta desafíos significativos para los anunciantes y los editores, es importante poder ofrecer experiencias de publicidad efectivas y contextuales sin comprometer la privacidad del usuario. Y no solo por un tema regulatorio, sino porque la publicidad que de verdad conecta con las personas (y nos referimos a personas, no a usuarios, ni segmentos, porque al fin y al cabo, todos somos personas) es aquella que es transparente, que no es invasiva, aquella que va de personas a personas. 

El reciente cambio de Google también hace reflexionar sobre la experiencia del usuario en entornos de Google, ¿cómo se presentarán estas opciones de consentimiento? Si el nuevo sistema de Chrome resulta ser similar a la App Tracking Transparency de Apple, podríamos ver una drástica reducción en el uso de third-party cookies simplemente porque los usuarios, cuando se les da la opción, eligen proteger su privacidad. 

La industria debe continuar invirtiendo en soluciones alternativas a las cookies: no podemos depender únicamente de Google o de cualquier otra entidad. Debemos ser proactivos y creativos en la búsqueda de tecnologías y métodos que respeten la privacidad de los usuarios mientras permiten una publicidad efectiva.

En este contexto, la inteligencia artificial puede desempeñar un papel crucial. Las capacidades avanzadas de la IA permiten analizar grandes cantidades de datos contextuales y emocionales sin necesidad de rastrear a los usuarios individualmente. Por ejemplo, los algoritmos de IA pueden identificar patrones en el comportamiento del usuario dentro de un solo sitio web, ofreciendo recomendaciones y anuncios que se alineen con el contenido que el usuario está consumiendo en ese momento. Esta forma de publicidad contextual no solo respeta la privacidad, sino que también mejora la relevancia y la efectividad de los anuncios.

El camino hacia un internet más privado y seguro es largo y está lleno de desafíos, pero es un camino que debemos recorrer. Como parte de la industria publicitaria, tenemos la responsabilidad de proteger a nuestros usuarios (y a las personas que hay detrás) y ofrecerles una experiencia que no comprometa su privacidad. Trabajando juntos y aprovechando el poder de la IA, podamos encontrar un equilibrio que beneficie tanto a los consumidores como a los anunciantes.