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Daniel Pascual, Coach: “Si lideras desde el respeto, la humildad y la honestidad consigues una empresa imparable"

Daniel Pascual estaba enfocado en el mundo de los negocios, pero su experiencia lehizo dar un giro de 180 grados...

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05/12/2024

Daniel Pascual estaba enfocado en el mundo de los negocios, pero su experiencia le hizo dar un giro de 180 grados. Su inicio profesional estuvo marcado por la estabilidad de una multinacional alemana y líder en el sector químico, BASF, donde pasó más de diez años inmerso en el mundo del marketing y la estrategia internacional. Después de una etapa en la que experimentó un continuo crecimiento profesional, decidió hacer un cambio y entrar en el mundo de la consultoría de dirección. Fue allí donde realmente comenzó a entender que, más allá de los números o las estrategias de mercado, el verdadero reto estaba en las personas, su gestión y liderazgo.

Lo que comenzó como una inquietud por gestionar el cambio se convirtió en una verdadera pasión por desarrollar el potencial humano dentro de las organizaciones. Hoy, tras más de una década de dedicación, Daniel ha encontrado su vocación en el coaching ejecutivo, la mentoría de negocio y la formación de equipos, convirtiéndose en un auténtico referente en la transformación de empresas y personas hacia su máximo potencial.

 

De especialista de marketing a coach, pasando por la dirección general de una empresa de videojuegos y la consultoría estratégica

Un giro inesperado en una carrera marcada por el éxito

Daniel Pascual comenzó su carrera profesional en un entorno seguro y estructurado: BASF, la multinacional alemana líder en el sector químico. Durante más de una década, se especializó en marketing y estrategia internacional, liderando lanzamientos complejos y gestionando portafolios en mercados globales. Sin embargo, lo que parecía ser una trayectoria corporativa sólida y predecible dio un giro inesperado cuando Daniel descubrió que su verdadera pasión no estaba en los números ni en las estrategias, sino en las personas.

Siempre pensé que mi misión era hacer que las cifras encajaran y que las estrategias se ejecutaran a la perfección. Pero, con el tiempo, me di cuenta de que el verdadero desafío - y el mayor potencial - de cualquier organización reside en quienes la integran.”

De estratega a coach: liderando el factor humano para la sostenibilidad de las empresas

Tras dejar BASF, Daniel tomó una decisión radical que marcó el inicio de una nueva etapa profesional: liderar la expansión internacional de Newsoft, una innovadora empresa de videojuegos. Durante más de un año, dirigió su ambiciosa internacionalización, abriendo mercados en Asia y Estados Unidos.

Fue como lanzarme a una montaña rusa creativa, un contraste fascinante con la estabilidad corporativa que había conocido. Una experiencia que me enseñó a moverme en un mundo de innovación constante y de creatividad empresarial sin límites.

Posteriormente, Daniel dio el salto al dinámico mundo de la consultoría de dirección, donde lideró durante otros casi 10 años proyectos de transformación organizacional en sectores tan diversos como banca, energía y retail.

Cada proyecto me brindó una nueva perspectiva, pero también reforzó algo esencial: ninguna estrategia, por brillante que sea, puede prosperar sin el compromiso y la alineación de las personas.”

Este recorrido, lleno de retos y aprendizajes en el área de gestión del cambio, lo preparó para dar el salto definitivo al mundo del coaching ejecutivo, una disciplina en la que ha encontrado no solo su vocación, sino su propósito: ayudar a líderes y organizaciones a alcanzar su mejor versión como personas y profesionales, cumpliendo con su máximo potencial.

 

El coaching: liderando el factor humano para la sostenibilidad de las empresas

Cuando Daniel descubrió el coaching, lo que más lo cautivó fue su capacidad para impactar el núcleo de las organizaciones: las personas. Tras años en multinacionales y consultoría, comprendió que, aunque las personas son el mayor desafío, también son la mayor fortaleza de cualquier empresa.

Soy un firme creyente de que, si como líder realmente te comprometes en liderar desde el respeto, la honestidad y la humildad a las personas, consigues una empresa imparable. Las personas son el único activo con la capacidad de adaptarse, innovar y evolucionar. La sostenibilidad de un negocio depende de las personas porque son ellas quienes realmente generan valor ya que actúan, toman decisiones y piensan.”

Daniel decidió aplicar al coaching el rigor que había aprendido en el entorno corporativo y la consultoría: procesos definidos, objetivos claros y resultados medibles. Sin embargo, enfrentó un desafío inesperado: la falta de profesionalismo en el sector.

Cuando empecé, me sorprendió la cantidad de personas que se hacían llamar coaches sin ofrecer un trabajo serio ni estructurado. Todo el mundo se definía como coach y decía que hacía coaching. Fue tan desalentador este intrusismo que, al principio, evitaba incluso llamarme coach.

Para diferenciarse, Daniel desarrolló un enfoque único, combinando herramientas de consultoría con una metodología rigurosa. “No puedes presentarte ante un CEO y decirle: ‘¿Cómo estás, de qué te gustaría hablar hoy?’ Eso no es coaching profesional. Eso es improvisación u otra cosa, pero no coaching.

Hoy, trabaja con líderes empresariales y sus equipos a nivel internacional, diseñando procesos de cambio de alto impacto alineados con la estrategia de cada organización. Su enfoque combina una comprensión profunda de las dinámicas humanas con un compromiso absoluto con los resultados.

Daniel ocupa actualmente el cargo de Managing Director en Saltor Talent Human Consulting, donde lidera la división de consultoría estratégica de talento. Con los años se ha especializado en dirigir proyectos de desarrollo de liderazgo de alto impacto para CEOs, líderes empresariales y miembros de equipos directivos en procesos de transformación organizacional. Aprovechando su vasta experiencia, Daniel combina un enfoque estratégico con una metodología centrada en el ser humano, para ayudar a los líderes a desbloquear su máximo potencial y lograr un éxito organizacional duradero.

“El coaching es un área de trabajo muy concreta, que tiene que actuar de forma sistemática según unos parámetros y condicionantes definidos. Solo de esta forma se consiguen resultados que realmente impactan y generan cambios de mejora. No se trata de “cambiar” a alguien o de prometer “milagros” con soluciones mágicas.  Aunque la empresa o RRHH te lo pidan, se trata de lo que la persona a la que le haces coaching tome conciencia y decida por sí misma lo que necesita realmente trabajar para cambiar y mejorar. Un coach profesional debe reconocer sus limitaciones, su rol y sus posibilidades reales para comunicarlas con claridad”.

El liderazgo también tiene sus propios KPIs

Cuando Daniel habla de liderazgo, lo hace desde una perspectiva humanista, pero también empresarial, así como pragmática y medible. Inspirado en metodologías como las del coach ejecutivo Marshall Goldsmith, sostiene que los cambios en el liderazgo deben reflejarse en resultados tangibles. "Si el coaching se limita a encerrarte con tu coachee en una sala y que todo quede en simples buenas intenciones sin acción o medición, los resultados suelen quedarse en eso, simples intenciones. Por eso hay que especificar acciones concretas, conectarlas con KPIs para medir su impacto y esfuerzo. Y la medición la tiene que hacer el que recibe el impacto de esa acción, de ese cambio de conducta del líder ".

Por ejemplo, si un líder tiene problemas de comunicación, se establecen metas y acciones específicas sobre cómo mejorar la claridad de los mensajes o el tono en las reuniones. Luego, el equipo del líder da feedback y evalúa los avances mediante indicadores claros y objetivos.

El verdadero progreso no es lo que el líder cree que ha mejorado, sino lo que su equipo percibe. Esto genera una conexión directa entre el coaching y los resultados reales, desde por ejemplo, la eficiencia en las reuniones hasta el impacto en la cuenta de resultados. Después de seis meses, la mejora tiene que ser evidente. Si hacemos además una comparación con un antes y después del coaching podemos atribuir cuanto ha mejorado realmente gracias al coaching".

Sin embargo, este nivel de precisión no es común en el mundo del coaching. “Hoy en día, diría que muy pocos de los coaches trabajan con este tipo de metodología”, señala Daniel.

 

La IA en el coaching: una herramienta para potenciar, no reemplazar

Al igual que está sucediendo en muchas otras áreas, en el coaching ejecutivo, donde la conexión humana es clave, la inteligencia artificial está abriéndose camino como una herramienta que promete revolucionar el sector y llevarlo a nuevos niveles de excelencia e impacto. Daniel describe el recorrido de la IA en coaching como una transición hacia un mayor nivel de profesionalización y efectividad.

“Cuando empecé en el sector, no había líneas claras entre el coaching ejecutivo, el life coaching y otras prácticas confundiendo al cliente en cuanto al propio proceso y los resultados que se pueden conseguir. La propia evolución de la demanda, cada vez másconsciente y exigente de lo que debe ser el coaching profesional, y para lo que realmente debe ayudar, ha hecho avanzar significativamente el sector. Hoy se cuenta con metodologías probadas mucho más sólidas, herramientas de assessment muy potentes y precisas, y una orientación más clara hacia resultados tangibles y medibles, especialmente en el ámbito corporativo.”

En este sentido, Daniel nos cuenta que el año pasado marcó un punto de inflexión para el sector con la popularización de herramientas como ChatGPT. Él llama a este cambio “la etapa cero: un momento de primer contacto y exploración donde los coaches aún estamos definiendo, probando, validando, etc. sobre cómo la IA puede integrarse y llegar a transformar realmente el coaching", explica.

Hoy, en coaching, gracias a la IA, podemos, si queremos, registrar una conversación, procesar y analizar cualquier aspecto que nos interese, como por ejemplo, patrones de lenguaje, estructuras o señales relacionadas con emociones. La IA es como tener a un compañero que es coach que te puede dar una visión adicional, identificarte aspectos que no has percibido. El campo de aplicación es muy amplio y el límite lo ponemos realmente con nuestra imaginación. Pero de lo que tenemos que ser conscientes desde un inicio es que la IA no puede ni va a reemplazar la parte de la intuición, percepción o la experiencia real de un coach profesional durante una sesión de coaching. Su función va a ser siempre la de ser un elemento más de apoyo al coach capaz de enriquecer las sesiones.

Según él, las herramientas basadas en IA están demostrando una increíble capacidad en poder detectar detalles que a veces se le escapan a un coach: p. ej. la frecuencia con la que un cliente usa ciertas palabras, la forma de entonar o el volumen de su voz, sutilezas difíciles de percibir. “La IA no viene a reemplazar al coach, sino a potenciarlo. Es como tener un asistente que analiza patrones, detecta aspectos que pasan desapercibidos.”

Daniel plantea una reflexión muy interesante en este contexto: “Me pregunto muchas veces si nos estamos dejando deslumbrar por la potencia y potencial de la IA. Porque el coaching lleva funcionando y ayudando a personas desde décadas. ¿Por qué y para qué se necesita la IA si el coaching funciona?

Por eso, la respuesta a esta reflexión requiere de ir avanzando y probando para así entender bien el alcance de la IA y a qué niveles más allá de los actuales podemos llegar. Ahora, el gran desafío está en no permitir a la IA deshumanizar el proceso.

“El coaching siempre ha si doy debe seguir siendo una interacción profundamente humana, emocional y consciente. La empatía, la conexión y la intuición no se pueden delegar a un algoritmo.”

 Por ello, asegura que en su práctica la IA se utiliza únicamente como un complemento, y siempre con el consentimiento del cliente; una herramienta que debe ser manejada con coherencia y sobre todo ética. Aquí Daniel es muy categórico: “Estamos en una etapa crucial. Es tan seductor dejarse llevar por la tecnología, pero cuanto más tiempo invirtamos reflexionando en esta etapa cero, dejemos a un lado las presiones comerciales, no corramos como siempre y nos cuestionemos aspectos clave sobre las posibles consecuencias e impactos, más sólidos serán los cimientos que construyamos para el futuro del coaching potenciado a través de la IA”.

 

IA y liderazgo: cómo potenciarla intuición y la productividad de los CEOs

Cuando entramos más en detalle sobre cómo la IA está redefiniendo las prácticas de coaching, vemos que no solo tiene un rol importante en el acompañamiento directo, sino también en las etapas clave del diagnóstico y diseño de procesos.

Para Daniel, la fase de diagnóstico es donde la IA tiene actualmente un mayor impacto transformador.

"Cuando trabajo con un cliente, empezamos siempre con una evaluación detallada de su perfil, sus comportamientos y competencias utilizando herramientas como el 360º o tests de personalidad como el DISC. Sin embargo, al combinarlo con la IA, accedo a una mayor capacidad de diagnóstico, mucho más avanzada y flexible, ya que puede procesar cantidades masivas de datos multidimensionales, desde texto y números hasta imágenes y señales, identificando patrones que serían imposibles de detectar manualmente. La IA me da la opción de procesar y generar resultados automáticamente y en tiempo real si quiero."

Lo innovador es cómo Daniel integra la IA para ir más allá de esas evaluaciones tradicionales.

Lo más interesante que me ofrece la IA es que puedo contrastar los resultados de los test “tradicionales” con un target profile que he desarrollado con ayuda de la IA, basado en perfiles de directivos, CEOs, empresarios, emprendedores, etc. con patrones de liderazgo y gestión exitosos e incluso en posiciones similares. Esto me da una perspectiva externa que enriquece el diagnóstico, que lleva el enfoque de trabajo sobre las áreas clave de mejora a otro nivel (...) Cuando un cliente ve que su diagnóstico no solo refleja su entorno inmediato, sino también lo compara con estándares y tendencias globales, el proceso se enriquece enormemente, gana credibilidad y claridad. Se siente más preparado para decidir en qué enfocarse”.

Pero la IA no solo se queda en poder potenciar el diagnóstico. Se la puede “entrenar” y“educar” para que identifique y desarrolle las líneas de trabajo, las propuestas de cambio más efectivas, adecuadas a las características, ambiciones y necesidades del directivo con el que se trabaja. Por eso para Daniel, la IA contribuye también en la estructuración y diseño de los procesos de coaching. “La clave está en no pedir a la IA que te “vomite” cualquier propuesta de proceso directamente sobre un diagnóstico. Se trata de que como coach primero elabores junto con el cliente un primer concepto de proceso, se establezcan bien los hitos y objetivos de mejora y, solo entonces, sobre ese primer planteamiento, dejar quel a IA lo complemente con sus observaciones y sugerencias. 

Sin embargo, enfatiza que el valor del coaching sigue siendo eminentemente humano. Por ello, de cara al futuro, Daniel confía en que el uso ético, coherente y estratégico de la IA permitirá a los coaches y líderes alcanzar un nuevo estándar de eficacia e impacto en las personas. Y en este punto, enfatiza la importancia de gestionar tres áreas críticas:

1)    Privacidad: "La IA maneja datos muy sensibles, como patrones de comportamiento y emociones. Es crucial establecer protocolos claros para garantizar que esta información solo se utilice con fines constructivos."

2)    Sesgos: "La IA aprende de datos históricos, lo que significa que puede perpetuar prejuicios. Como coaches, debemos ser los guardianes de un uso ético y objetivo de esta tecnología."

3)    Impacto en el bienestar humano: "¿Qué pasa cuando la IA sugiere reemplazar a alguien 'menos productivo'? Aquí entra el liderazgo consciente: priorizar valores como la lealtad y la cohesión del equipo frente a decisiones meramente calculadas."

“El coaching lleva décadas transformando vidas y organizaciones. La IA no viene a sustituir eso, sino a amplificarlo. Pero no nos equivoquemos: el liderazgo del futuro no será para quienes adopten la tecnología de forma superficial o se dejen llevar por un algoritmo, sino para quienes la utilicen para potenciar lo que nos hace únicos como humanos: nuestra empatía, creatividad y capacidad de conexión.”