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¿San Valentín? No es amor, es programática

14 de febrero, la celebración del amor y la era digital, unidos en un mismo barco

By

Smoot

14/02/2024

14 de febrero, la celebración del amor y la era digital, unidos en un mismo barco. Hoy, la programática se presenta como el nuevo cupido moderno e influyendo en nuestras decisiones de compra, se convierte en el cómplice silencioso que guía nuestras elecciones de regalos y experiencias.

El Poder de la Personalización:

Sí, la programática trata de comprender y anticipar nuestras preferencias. A través de algoritmos avanzados, se adapta a nuestras búsquedas y comportamientos en línea, sugiriendo productos y servicios que se alinean con nuestros gustos. La personalización sin límites es la nueva norma, llevándonos a descubrir opciones que ni siquiera sabíamos que deseábamos. Y todo ello gracias a la contextualización, a la capacidad de la programática para entender el contexto emocional más efectivo para el día del año en el que el amor (propio o ajeno) está en el aire.

La programática, el cupido moderno:

Desde la elección del regalo perfecto hasta la planificación de experiencias únicas, la programática trabaja de manera sigilosa para conquistar nuestros corazones y bolsillos.

Porque, en un mundo donde la atención es un recurso muy valioso, la programática se convierte en una herramienta esencial para las marcas que buscan conectar con su audiencia de manera significativa. Y la IA es el mejor aliado para la creación de campañas contextuales que de verdad impacten, que lleguen a las emociones. 

Las emociones. La clave para conectar

En este San Valentín, mientras intercambiamos gestos de amor y amistad, recordemos que detrás de cada sugerencia de regalo o experiencia única, hay un algoritmo programático que trabaja incansablemente para asegurarse de que este día especial sea inolvidable.

Por eso, en Smoot, le hemos pedido a nuestra IA que no de las claves emocionales y de valores para una campaña única para el día de los enamorados. 

Entre las emociones más recurrentes, destacan la emoción, la curiosidad, la sorpresa, la diversión y el entusiasmo. Y los valores que sobresalen son el romanticismo, la creatividad o el entretenimiento. 

En este San Valentín, la programática no solo guía nuestras elecciones de regalos, sino que se convierte en el cupido moderno, tejiendo experiencias personalizadas que despiertan emociones y valores como la sorpresa, la creatividad y el romanticismo. Un amor algorítmico que transforma el día en una conexión única e inolvidable.