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Demure marketing. Muy sutil, muy contextual

La publicidad contextual, por su naturaleza, encarna lo “demure”. Se basa en la comprensión del contexto...

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Smoot

22/08/2024

“Very mindful, very demure”. La tiktoker Jools Lebron sabe mejor que nadie que menos es más. Ser “demure” es ser reservado, modesto, consciente de tu espacio y de cómo interactúas con los demás. Imagina ser esa persona en una fiesta que no necesita levantar la voz para captar la atención, que sabe cuándo, dónde y cómo intervenir sin causar alboroto.

Este enfoque, que podría parecer sencillo o incluso anticuado, en realidad tiene una gran sofisticación. Es un recordatorio de que, a veces, la mejor manera de destacar no es gritar más fuerte, sino hablar en el tono justo y en el momento y el lugar precisos. 

Y esta premisa también se aplica al marketing y a la publicidad. 

Publicidad y el arte de ser “demure”

Desde el principio de los tiempos, la publicidad digital ha sido de todo menos demure. A menudo invasiva y ruidosa, su objetivo era captar la atención a cualquier precio. Pero, al igual que la persona que sabe cómo moverse con elegancia en una reunión social, hay una forma de hacer publicidad que es más sutil, más efectiva, la publicidad contextual.

En lugar de empujar mensajes agresivos, la publicidad contextual actúa con la sutileza de un murmullo en el oído adecuado, en el momento adecuado. No interrumpe; acompaña. No exige; sugiere. Y en este enfoque, encontramos la verdadera esencia de lo “demure”.

Muy sutil, muy “demure”

La publicidad contextual, por su naturaleza, encarna lo “demure”. Se basa en la comprensión del contexto y las emociones de la audiencia. En lugar de asaltar a los usuarios con anuncios que no solicitan, se integra de manera fluida en su experiencia online, apareciendo cuando es más relevante y útil. Es una estrategia que reconoce que no siempre se necesita gritar para ser escuchado.

La publicidad programática utiliza tecnología para automatizar la compra y colocación de anuncios, sin embargo, su verdadera fuerza no radica en su capacidad de lanzar campañas masivas, sino en su habilidad para personalizar y contextualizar los mensajes en los entornos más adecuados para el consumidor.
Porque la publicidad también puede ser “very demure”, aprovechando datos precisos para entregar el mensaje correcto en el momento exacto.

Imagina que, en lugar de ver un anuncio genérico que interrumpe tu experiencia en línea, te encuentras con un anuncio que responde directamente a tus necesidades o intereses actuales, sin ser intrusivo, que se adapta a tu estado emocional. Este es el poder de la publicidad programática: convertir cada interacción en una oportunidad para conectar de manera auténtica y respetuosa con el usuario.

La publicidad demure no solo respeta el espacio del usuario, sino que también se esfuerza por compartir valores y construir una relación basada en el respeto mutuo y la comprensión.

Imagina que estás leyendo un artículo sobre cómo cultivar un jardín en un pequeño espacio urbano, un tema que te interesa porque vives en un apartamento y siempre has querido tener un pequeño huerto. Mientras te sumerges en el contenido, apreciando los consejos prácticos y las fotos inspiradoras, aparece un anuncio discreto en la parte inferior de la pantalla. No es un anuncio llamativo o disruptivo, sino una sugerencia sutil de herramientas de jardinería compactas que serían perfectas para tu espacio reducido.

Este anuncio no está interrumpiendo tu lectura, ni te está empujando a comprar algo que no necesitas. Al contrario, es un recordatorio útil que se alinea con tus intereses en ese momento preciso. La marca ha utilizado la publicidad programática para comprender el contexto emocional en el que te encuentras—tu deseo de mejorar tu espacio y hacer algo productivo con tu tiempo libre—y te ofrece una solución que encaja perfectamente con esa necesidad.

Aquí, la publicidad contextual se convierte en un acompañamiento natural a la información que ya estás disfrutando. No te bombardea con ofertas irrelevantes ni intenta forzarte a tomar una decisión apresurada. En su lugar, la marca te apoya en tu búsqueda, respetando tu espacio y tu tiempo. Esto es lo que significa ser very demure en la publicidad digital: estar presente de manera significativa, sin abrumar, y construir una conexión basada en la relevancia y el respeto. Very Smoot, very demure.

La próxima vez que pienses en una estrategia de publicidad digital, considera tomar el camino menos transitado: uno que valore la sutileza, la relevancia, y el contexto sobre el volumen y la repetición. Porque en la publicidad, como en la vida, a veces lo mejor que puedes hacer es hablar en un tono agradable y conciso, y ser escuchado de todos modos.